El estado mundial de la agricultura y la alimentación en
la actualidad forma parte importante de las agendas de los gobiernos, producto
de la crisis que presentan estas importantes áreas de la vida humana,
especialmente la agricultura es objeto de preocupación tanto de Organización de
las Naciones Unidas como de los gobiernos con crisis alimentarias o hambrunas,
pues aumentando la producción de alimentos y mejorando los campos agrícolas se
puede dar una solución a la creciente hambruna en el mundo.
Antes de comenzar a dar cifras e
impresionantes datos de cuantos pasan hambre, de cuanto alimento se produce y
de cuanto se desperdicia, es de suma importancia establecer de quien depende en
su gran mayoría la agricultura en pleno Siglo XXI: las mujeres contribuyen de
forma sustancial a las actividades económicas agrícolas y rurales en todas las
regiones de los países en desarrollo (FAO 2010d). Las funciones varían
considerablemente de una región a otra y dentro de cada de ellas, y están
cambiando rápidamente en muchos lugares del mundo en los que las fuerzas
económicas y sociales están transformando el sector agrícola. La aparición de
la agricultura por contrato y las modernas cadenas de suministro de productos
agrícolas de valor elevado, por ejemplo, suponen desafíos y oportunidades distintas
para las mujeres y los hombres. Esto tiene que ver con las distintas funciones
y responsabilidades que tienen las mujeres a diferencia de los hombres.
Comúnmente las mujeres tienes
dificultades especificas relacionadas con el género para participar plenamente
e la fuerza laboral, que pueden requerir la adopción de políticas que van más
allá de las destinadas a promover el crecimiento económico y la eficiencia de
mercados, como salarios o si pueden o no las mujeres trabajar, situación que si
se revierte es beneficio porque “el aumento de la participación femenina en la
fuerza laboral tiene consecuencias positivas en el crecimiento económico”
(Klasen y Lamanna,2009).Según los datos de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde el punto de vista
internacional las mujeres representan un promedio el 43 % de la fuerza laboral
agrícola en los países en desarrollo. La proporción femenina en la fuerza
laboral agrícola varía entre aproximadamente un 20 % en América Latina y casi
un 50% en Asia oriental y sudoriental, así como África subsahariana. Se estima
que las mujeres que realizan actividades agrícolas en mundo se dividen por
regiones de la siguiente forma: en África un 30%, en Asia un específicamente en
la India 32%, en China un 50%, el rango menor lo muestra América Latina que
oscila entre 20 y 30 %(FAO, 2011).En las regiones donde se eleva el porcentaje
de mujeres dedicadas a la agricultura generalmente tienen poco acceso a la
educación o nunca han tenido la oportunidad, como también puede deberse a que
poblacionalmente las mujeres con mayoría en las áreas rurales.
Por otra parte es importante mencionar los
suelos que son usados para la agricultura según el Banco Mundial (2007a) la
superficie de la tierra, exceptuadas las áreas del hielo de la Antártica y
Greoloandia es de 13.000 millones de hectáreas, de ese total 2.600 millones de
hectáreas no son cultivables porque las temperaturas están por debajo del punto
de congelación durante nueve o más meses del año. En otros 1.900 millones de
Has. no llega a tres meses al año la duración de las condiciones de una humedad
adecuada. La mayor superficie cultivable actualmente corresponde a África y
América del Sur, que poseen el porcentaje más reducido de sierras cultivadas:
fuera de los trópicos húmedos, siguen sin cultivarse 650 millones de Has. de
tierra provista de agua en cantidad suficiente. Pero el factor limitante son
los obstáculos económicos, institucionales y sociopolíticos. Además también
existen más de 300 millones de Has. de tierras vírgenes, pero cultivables en
América del Norte y Australia. En contraste, según
datos de la FAO la destrucción del suelo y su pérdida al ser arrastrados por
las aguas o los vientos suponen la pérdida, en todo el mundo, de entre cinco y
siete millones de hectáreas de tierra cultivable cada año, alrededor de 14
millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año. Se calcula que
la quema de bosques para dedicarlos a la agricultura es responsable del 80% al
85% de esta destrucción. Esto ha puesto en evidencia un creciente problema
medioambiental, poniendo en peligro la producción de alimentos en el mundo.
En la última década del siglo XX el
mundo presencio un aumento progresivo de personas en estado de desnutrición o
subnutridas, las estadísticas del año 2010 se estima que en el mundo hay 925
millones de personas en estado de subnutrición-situación de hambre- (FAO,2010b),sumado
a esto a partir de año 2007 se desato una crisis en los precios de los
alimentos elevando sus costos no permitiendo que las personas con bajos ingreso
puedan adquirir la cantidad suficiente de los alimentos para su dieta básica,
luego la crisis financiera del 2008 agravo la situación internacional del índice
de los precios e indirectamente la producción de alimentos.
En el primer semestres de 2010, parece que los mercados mundiales de productos básicos agrícolas entraron en una fase más tranquila. Los precios de estos productos y de los alimentos se mantuvieron altos, aunque fueron inferiores a los máximos alcanzados en 2008.Sin embargo, la volatilidad de los precios de los alimentos, especialmente los cereales, a nivel mundial se mantiene después de año 2010 producto de la reducción de los suministros originada por la sequía en la Federación Rusa y las altas temperaturas y el exceso de lluvias en los Estados Unidos (FAO,2006b). Indudablemente esto factores han contribuido al aumento de personas en situación de hambruna. La mayor parte de los 925 millones de personas hambrientas en el mundo (62 % del total) vive en Asia y el Pacífico, la región más poblada del mundo, seguida del África subsahariana, donde vive el 26 % de las personas subnutridas del mundo(FAO,2011). La mayor prevalencia de la subnutrición se encuentra en el África subsahariana, donde en 2005–07 (último período respecto del cual se dispone de información completa por país) se estimaba que el 30 % de la población total estaba subnutrida, si bien con grandes diferencias entre los países. Aunque la prevalencia del hambre es más baja en Asia y el Pacífico (16 %), América Latina y el Caribe (9 %) y el Cercano Oriente y África del Norte (7 %), varía en gran medida según la subregión y de un país a otro dentro de estas regiones.(FAO,2010c). Esta situación se debe a que cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano -aproximadamente 1 300 millones de toneladas-, se pierden o desperdician, según advierte un estudio encargado a la FAO. El informe distingue entre perdidas de alimentos y desperdicio de los mismos. Las pérdidas -que pueden darse en la fase de producción, recolección, post-cosecha o procesado- son más elevadas en los países en desarrollo, debido a la precariedad de las infraestructuras, el bajo nivel tecnológico y la falta de inversiones en los sistemas de producción alimentaria. Entre otras conclusiones importantes se incluyen: Los países industrializados y aquellos en desarrollo dilapidan más o menos la misma cantidad de alimentos: 670 y 630 millones de toneladas respectivamente. Cada año, los consumidores en los países ricos desperdician la misma cantidad de alimentos (222 millones de toneladas) que la totalidad de la producción alimentaria neta de África subsahariana (230 millones de toneladas).Las frutas y hortalizas, además de las raíces y tubérculos, son los alimentos con la tasa más alta de desaprovechamiento. La cantidad de alimentos que se pierde o desperdicia cada año equivale a más de la mitad de la cosecha mundial de cereales (2 300 millones de toneladas en 2009/2010).
El desperdicio de alimentos es un
problema mayor en los países industrializados, en la mayoría de los casos
provocado tanto por los minoristas como por los consumidores, que arrojan
alimentos perfectamente comestibles a la basura. El desperdicio per cápita
entre los consumidores es de 95-115 kg anuales en Europa y Norteamérica,
mientras que en África subsahariana y en Asia meridional y el Sudeste asiático
se tiran solamente entre 6-11 kg por persona.
Medidas Internacionales para superar las crisis de producción de alimentos y de alimentación: los planes que se desarrollan en cada país, a través de sus respectivos Ministerios de Agricultura y de Alimentación, para combatir el problema de la inseguridad alimentaria en el mundo están enmarca en función de tres grandes ejes de acción elaborados por la FAO. Estos planes en rasgos generales se describen de la siguiente manera:
Medidas Internacionales para superar las crisis de producción de alimentos y de alimentación: los planes que se desarrollan en cada país, a través de sus respectivos Ministerios de Agricultura y de Alimentación, para combatir el problema de la inseguridad alimentaria en el mundo están enmarca en función de tres grandes ejes de acción elaborados por la FAO. Estos planes en rasgos generales se describen de la siguiente manera:
Aprovisionamiento de los medios
de subsistencia: Es el tipo más
común de intervención y tiene como fin satisfacerlas necesidades inmediatas y
proteger las vidas de la población. La distribución de alimentos
gratuitos suele ser una actividad del aprovisionamiento de los medios de
subsistencia y, al igual que la satisfacción inmediata y directa de las
necesidades alimentarias, suele constituir una forma de respaldar los ingresos.
Protección de los medios de subsistencia: tienen como fin proteger y
respaldar los bienes de la población y evitar resultados negativos como la pérdida
de los bienes productivos. La mayoría de los ejemplos de ello en Darfur (Sudan)están relacionados con
proyectos centrados en las personas desplazadas dentro del país o en la
prestación de asistencia a las poblaciones rurales con el fin de evitar la
emigración a las ciudades. En los campos de desplazados internos la
programación de los medios de subsistencia se dirigió principalmente a
incrementar los ingresos de este grupo de población para que sus miembros no
tuviesen que asumir elevados riesgos personales al adentrarse en áreas
inseguras para, por ejemplo, recolectar leña. Diversas ONG prestaron apoyo
dirigido a salvar las vidas de los asnos en la
fase temprana del conflicto:
estos animales solían ser la única forma de ganado de propiedad de los
desplazados internos y eran fundamentales para transportar agua y leña y como
medio de transporte
La promoción de los medios de
subsistencia: tiene como fin
mejorar las estrategias en materia de medios de subsistencia y los bienes, así
como respaldar las políticas e instituciones clave que pueden mejorar los medios
de subsistencia. Los proyectos que proporcionan capacitación vocacional a
los desplazados, por ejemplo, pueden incrementar sus habilidades y, por lo
tanto, su empleabilidad al finalizar la crisis. Se han realizado tales cursos
para los desplazados internos de la guerra civil entre el norte y el sur del
Sudán y, más recientemente, para las personas que viven en la actualidad en los
campos de desplazados de Darfur. En la República Democrática del Congo, la ONG Action
contre la Faim (Acción contra el hambre) prestó servicios agrícolas como
la multiplicación de semillas y la protección de cultivos, así como extensión
agrícola para mejorar las prácticas de cultivo. No obstante, en líneas
generales las organizaciones humanitarias no colaboran con frecuencia con
instituciones y políticas que podrían incrementar los medios de subsistencia durante
la crisis en actividades como la ayuda a negociar el acceso a los mercados o la
resolución de cuestiones relativas a los derechos y la ocupación de la tierra.
Estas cuestiones se consideran problemas “a largo plazo”, mientras que la labor
humanitaria se suele destinar a la planificación y la financiación a corto
plazo. Como agregado final se puede decir que la
tarea de aumentar la producción de alimentos y su adecuada distribución en las
poblaciones con crisis prolongadas es una tarea indeclinable de los gobiernos
de estos países, de igual forma es un compromiso crear estrategias para que las
poblaciones en crisis sean menos dependientes de las ayudas internacionales, pero
más aún, es urgente que se regularice y se controle el derroche excesivo en de
alimentos en las países desarrollados o
en el llamado primer mundo, de ser necesario aplicar multas internacionales a
los gobiernos que permitan directamente el derroche de los alimentos.
Ruiz Luis Javier.
Notas
Banco Mundial. 2007a. Informe
sobre el desarrollo mundial 2008. Agricultura para el desarrollo.
Washington, DC.
FAO. 2009b. El estado de la inseguridad alimentaria en el
mundo. Crisis económicas –
repercusiones y enseñanzas
extraídas. Roma.
FAO. 2010c. Base de datos estadísticos FAOSTAT(disponible en
faostat.fao.org).
FAO. 2010d. El estado de la inseguridad alimentaria en el
mundo. La inseguridad alimentaria en crisis prolongadas. Roma.
FAO. 2004. El estado mundial
de la agricultura y la alimentación 2003–04. La Biotecnología Agrícola: ¿una
respuesta a las necesidades de los pobres?
FAO. 2010. Precios nacionales de los alimentos básicos del
Sistema mundial de información y alerta
temprana sobre la alimentación y la agricultura (SMIA): base de datos e instrumento
de análisis (disponible en http://www.fao.org/giews/pricetool/).
FAO. 2011. estado mundial de la agricultura y la alimentación
2010-11.Las mujeres en la agricultura. Cerrar la brecha de género en
aras del desarrollo .Roma.
Klasen, S. y Lamanna, F. 2009. The
impact of gender inequality in education and
employment on
economic growth: new evidence for a panel of countries. Feminist
Economics,
15(3): 91–132.
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