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viernes, 18 de mayo de 2012

Agricultura y Alimentación en el Siglo XXI


El estado mundial de la agricultura y la alimentación en la actualidad forma parte importante de las agendas de los gobiernos, producto de la crisis que presentan estas importantes áreas de la vida humana, especialmente la agricultura es objeto de preocupación tanto de Organización de las Naciones Unidas como de los gobiernos con crisis alimentarias o hambrunas, pues aumentando la producción de alimentos y mejorando los campos agrícolas se puede dar una solución a la creciente hambruna en el mundo.
    Antes de comenzar a dar cifras e impresionantes datos de cuantos pasan hambre, de cuanto alimento se produce y de cuanto se desperdicia, es de suma importancia establecer de quien depende en su gran mayoría la agricultura en pleno Siglo XXI: las mujeres contribuyen de forma sustancial a las actividades económicas agrícolas y rurales en todas las regiones de los países en desarrollo (FAO 2010d). Las funciones varían considerablemente de una región a otra y dentro de cada de ellas, y están cambiando rápidamente en muchos lugares del mundo en los que las fuerzas económicas y sociales están transformando el sector agrícola. La aparición de la agricultura por contrato y las modernas cadenas de suministro de productos agrícolas de valor elevado, por ejemplo, suponen desafíos y oportunidades distintas para las mujeres y los hombres. Esto tiene que ver con las distintas funciones y responsabilidades que tienen las mujeres a diferencia de los hombres.
            Comúnmente las mujeres tienes dificultades especificas relacionadas con el género para participar plenamente e la fuerza laboral, que pueden requerir la adopción de políticas que van más allá de las destinadas a promover el crecimiento económico y la eficiencia de mercados, como salarios o si pueden o no las mujeres trabajar, situación que si se revierte es beneficio porque “el aumento de la participación femenina en la fuerza laboral tiene consecuencias positivas en el crecimiento económico” (Klasen y Lamanna,2009).Según los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), desde el punto de vista internacional las mujeres representan un promedio el 43 % de la fuerza laboral agrícola en los países en desarrollo. La proporción femenina en la fuerza laboral agrícola varía entre aproximadamente un 20 % en América Latina y casi un 50% en Asia oriental y sudoriental, así como África subsahariana. Se estima que las mujeres que realizan actividades agrícolas en mundo se dividen por regiones de la siguiente forma: en África un 30%, en Asia un específicamente en la India 32%, en China un 50%, el rango menor lo muestra América Latina que oscila entre 20 y 30 %(FAO, 2011).En las regiones donde se eleva el porcentaje de mujeres dedicadas a la agricultura generalmente tienen poco acceso a la educación o nunca han tenido la oportunidad, como también puede deberse a que poblacionalmente las mujeres con mayoría en las áreas rurales.
    Por otra parte es importante mencionar los suelos que son usados para la agricultura según el Banco Mundial (2007a) la superficie de la tierra, exceptuadas las áreas del hielo de la Antártica y Greoloandia es de 13.000 millones de hectáreas, de ese total 2.600 millones de hectáreas no son cultivables porque las temperaturas están por debajo del punto de congelación durante nueve o más meses del año. En otros 1.900 millones de Has. no llega a tres meses al año la duración de las condiciones de una humedad adecuada. La mayor superficie cultivable actualmente corresponde a África y América del Sur, que poseen el porcentaje más reducido de sierras cultivadas: fuera de los trópicos húmedos, siguen sin cultivarse 650 millones de Has. de tierra provista de agua en cantidad suficiente. Pero el factor limitante son los obstáculos económicos, institucionales y sociopolíticos. Además también existen más de 300 millones de Has. de tierras vírgenes, pero cultivables en América del Norte y Australia. En contraste, según datos de la FAO la destrucción del suelo y su pérdida al ser arrastrados por las aguas o los vientos suponen la pérdida, en todo el mundo, de entre cinco y siete millones de hectáreas de tierra cultivable cada año, alrededor de 14 millones de hectáreas de bosques tropicales se pierden cada año. Se calcula que la quema de bosques para dedicarlos a la agricultura es responsable del 80% al 85% de esta destrucción. Esto ha puesto en evidencia un creciente problema medioambiental, poniendo en peligro la producción de alimentos en el mundo.

             En la última década del siglo XX el mundo presencio un aumento progresivo de personas en estado de desnutrición o subnutridas, las estadísticas del año 2010 se estima que en el mundo hay 925 millones de personas en estado de subnutrición-situación de hambre- (FAO,2010b),sumado a esto a partir de año 2007 se desato una crisis en los precios de los alimentos elevando sus costos no permitiendo que las personas con bajos ingreso puedan adquirir la cantidad suficiente de los alimentos para su dieta básica, luego la crisis financiera del 2008 agravo la situación internacional del índice de los precios e indirectamente la producción de alimentos.

      En el primer semestres de 2010, parece que los mercados mundiales de productos básicos agrícolas entraron en una fase más tranquila. Los precios de estos productos y de los alimentos se mantuvieron altos, aunque fueron inferiores a los máximos alcanzados en 2008.Sin embargo, la volatilidad de los precios de los alimentos, especialmente los cereales, a nivel mundial se mantiene después de año 2010 producto de la reducción de los suministros originada por la sequía en la Federación Rusa y las altas temperaturas y el exceso de lluvias en los Estados Unidos (FAO,2006b). Indudablemente esto factores han contribuido al aumento de personas en situación de hambruna. La mayor parte de los 925 millones de personas hambrientas en el mundo (62 % del total) vive en Asia y el Pacífico, la región más poblada del mundo, seguida del África subsahariana, donde vive el 26 % de las personas subnutridas del mundo(FAO,2011). La mayor prevalencia de la subnutrición se encuentra en el África subsahariana, donde en 2005–07 (último período respecto del cual se dispone de información completa por país) se estimaba que el 30 % de la población total estaba subnutrida, si bien con grandes diferencias entre los países. Aunque la prevalencia del hambre es más baja en Asia y el Pacífico (16 %), América Latina y el Caribe (9 %) y el Cercano Oriente y África del Norte (7 %), varía en gran medida según la subregión y de un país a otro dentro de estas regiones.(FAO,2010c). Esta situación se debe a que  cerca de un tercio de los alimentos que se producen cada año en el mundo para el consumo humano -aproximadamente 1 300 millones de toneladas-, se pierden o desperdician, según advierte un estudio encargado a la FAO. El informe  distingue entre perdidas de alimentos y desperdicio de los mismos. Las pérdidas -que pueden darse en la fase de producción, recolección, post-cosecha o procesado- son más elevadas en los países en desarrollo, debido a la precariedad de las infraestructuras, el bajo nivel tecnológico y la falta de inversiones en los sistemas de producción alimentaria. Entre otras conclusiones importantes se incluyen: Los países industrializados y aquellos en desarrollo dilapidan más o menos la misma cantidad de alimentos: 670 y 630 millones de toneladas respectivamente. Cada año, los consumidores en los países ricos desperdician la misma cantidad de alimentos (222 millones de toneladas) que la totalidad de la producción alimentaria neta de África subsahariana (230 millones de toneladas).Las frutas y hortalizas, además de las raíces y tubérculos, son los alimentos con la tasa más alta de desaprovechamiento. La cantidad de alimentos que se pierde o desperdicia cada año equivale a más de la mitad de la cosecha mundial de cereales (2 300 millones de toneladas en 2009/2010).
El desperdicio de alimentos es un problema mayor en  los países industrializados, en la mayoría de los casos provocado tanto por los minoristas como por los consumidores, que arrojan alimentos perfectamente comestibles a la basura. El desperdicio per cápita entre los consumidores es de 95-115 kg anuales en Europa y Norteamérica, mientras que en África subsahariana y en Asia meridional y el Sudeste asiático se tiran solamente entre 6-11 kg por persona. 
Medidas Internacionales para superar las crisis de producción de alimentos y de alimentación: los planes que se desarrollan en cada país, a través de sus respectivos Ministerios de Agricultura y de Alimentación, para combatir el problema de la inseguridad alimentaria en el mundo están enmarca en función de tres grandes ejes de acción elaborados por la FAO. Estos planes en rasgos generales se describen de la siguiente manera:
Aprovisionamiento de los medios de subsistencia: Es el tipo más común de intervención y tiene como fin satisfacerlas necesidades inmediatas y proteger las vidas de la población. La distribución de alimentos gratuitos suele ser una actividad del aprovisionamiento de los medios de subsistencia y, al igual que la satisfacción inmediata y directa de las necesidades alimentarias, suele constituir una forma de respaldar los ingresos.
 Protección de los medios de subsistencia: tienen como fin proteger y respaldar los bienes de la población y evitar resultados negativos como la pérdida de los bienes productivos. La mayoría de los ejemplos de ello en Darfur (Sudan)están relacionados con proyectos centrados en las personas desplazadas dentro del país o en la prestación de asistencia a las poblaciones rurales con el fin de evitar la emigración a las ciudades. En los campos de desplazados internos la programación de los medios de subsistencia se dirigió principalmente a incrementar los ingresos de este grupo de población para que sus miembros no tuviesen que asumir elevados riesgos personales al adentrarse en áreas inseguras para, por ejemplo, recolectar leña. Diversas ONG prestaron apoyo dirigido a salvar las vidas de los asnos en la
fase temprana del conflicto: estos animales solían ser la única forma de ganado de propiedad de los desplazados internos y eran fundamentales para transportar agua y leña y como medio de transporte
 La promoción de los medios de subsistencia: tiene como fin mejorar las estrategias en materia de medios de subsistencia y los bienes, así como respaldar las políticas e instituciones clave que pueden mejorar los medios de subsistencia. Los proyectos que proporcionan capacitación vocacional a los desplazados, por ejemplo, pueden incrementar sus habilidades y, por lo tanto, su empleabilidad al finalizar la crisis. Se han realizado tales cursos para los desplazados internos de la guerra civil entre el norte y el sur del Sudán y, más recientemente, para las personas que viven en la actualidad en los campos de desplazados de Darfur. En la República Democrática del Congo, la ONG Action contre la Faim (Acción contra el hambre) prestó servicios agrícolas como la multiplicación de semillas y la protección de cultivos, así como extensión agrícola para mejorar las prácticas de cultivo. No obstante, en líneas generales las organizaciones humanitarias no colaboran con frecuencia con instituciones y políticas que podrían incrementar los medios de subsistencia durante la crisis en actividades como la ayuda a negociar el acceso a los mercados o la resolución de cuestiones relativas a los derechos y la ocupación de la tierra. Estas cuestiones se consideran problemas “a largo plazo”, mientras que la labor humanitaria se suele destinar a la planificación y la financiación a corto plazo. Como agregado final se puede decir que la tarea de aumentar la producción de alimentos y su adecuada distribución en las poblaciones con crisis prolongadas es una tarea indeclinable de los gobiernos de estos países, de igual forma es un compromiso crear estrategias para que las poblaciones en crisis sean menos dependientes de las ayudas internacionales, pero más aún, es urgente que se regularice y se controle el derroche excesivo en de alimentos en las países desarrollados  o en el llamado primer mundo, de ser necesario aplicar multas internacionales a los gobiernos que permitan directamente el derroche de los alimentos.


Ruiz Luis Javier. 




Notas

Banco Mundial. 2007a. Informe sobre el desarrollo mundial 2008. Agricultura para el desarrollo. Washington, DC.


FAO. 2009b. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. Crisis económicas –
repercusiones y enseñanzas extraídas. Roma.
FAO. 2010c. Base de datos estadísticos FAOSTAT(disponible en faostat.fao.org).

FAO. 2010d. El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. La inseguridad alimentaria en crisis prolongadas. Roma.

FAO. 2004. El estado mundial de la agricultura y la alimentación 2003–04. La Biotecnología Agrícola: ¿una respuesta a las necesidades de los pobres?

FAO. 2010. Precios nacionales de los alimentos básicos del Sistema mundial de  información y alerta temprana sobre la alimentación y la agricultura (SMIA): base de datos e instrumento de análisis (disponible en http://www.fao.org/giews/pricetool/).

FAO. 2011. estado mundial de la agricultura y la alimentación 2010-11.Las mujeres en la agricultura. Cerrar la brecha de género en aras del desarrollo .Roma.

Klasen, S. y Lamanna, F. 2009. The impact of gender inequality in education and
employment on economic growth: new evidence for a panel of countries. Feminist
Economics, 15(3): 91–132.







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